MATERIALES
¿Sabías que un 20% de los productos alimentarios retirados del mercado en los últimos cinco años estuvieron relacionados con la migración de sustancias tóxicas desde los envases?. La presencia de metales pesados en materiales de envasado es una amenaza silenciosa para la seguridad alimentaria, y las empresas que no toman medidas preventivas se exponen a riesgos legales y de reputación. ¿Qué implica realmente la migración de metales pesados y cómo afecta a la industria alimentaria?. Conoce más sobre la migración de metales pesados en envases alimentarios
La migración de metales pesados ocurre cuando sustancias tóxicas como el plomo, el cadmio, el mercurio o el cromo se transfieren desde el envase hacia el alimento. Esto puede suceder debido a la composición del material de envasado, la acidez del alimento, la temperatura de almacenamiento o el tiempo de contacto entre el envase y el contenido.
El riesgo para la salud es significativo: la exposición prolongada a estos metales puede provocar daños renales, trastornos neurológicos, y en casos graves, enfermedades crónicas como el cáncer. Para las empresas, el riesgo radica en no cumplir con las normativas de seguridad alimentaria, lo que puede resultar en retiradas de productos, sanciones económicas y pérdida de confianza de los consumidores.
Existen ciertos materiales de envase que son más propensos a la migración de metales pesados. Aquí analizamos los más comunes:
Vidrio decorado: a menudo, las botellas y frascos de vidrio decorado utilizan pigmentos o pinturas que contienen plomo o cadmio. Aunque el vidrio en sí es seguro, la migración puede ocurrir desde estas decoraciones cuando entran en contacto con el alimento o la bebida.
Plásticos reciclados: en el proceso de reciclaje, los plásticos pueden contaminarse con residuos de metales pesados, que luego pueden migrar al producto alimentario. Si bien el reciclaje es clave para la sostenibilidad, es esencial asegurar que los materiales reutilizados cumplan con los estándares de seguridad.
Envases de aluminio y hojalata: aunque se usan ampliamente en la industria alimentaria, los envases metálicos sin el recubrimiento adecuado pueden liberar metales pesados en contacto con alimentos ácidos o a temperaturas elevadas.
No todos los envases presentan el mismo riesgo de migración. Factores como la temperatura, la composición del alimento y el tiempo de almacenamiento pueden influir en el nivel de migración de metales.
5. Casos de estudio: El impacto de la migración de metales pesados en la industria alimentaria
El caso del vidrio decorado en botellas de bebidas
En 2020, un reconocido fabricante de bebidas fue sancionado debido a altos niveles de cadmio y plomo en el vidrio decorado de sus botellas. A pesar de que el contenido líquido no estaba directamente contaminado, la exposición prolongada a estos metales representaba un riesgo significativo para los consumidores. Esto desencadenó la retirada masiva de productos y un fuerte golpe a la reputación de la empresa.
Para resolver el problema, realizamos ensayos exhaustivos de migración de metales pesados en los envases alimentarios, cumpliendo con normativas internacionales como el Reglamento (UE) 10/2011 y las pautas de la FDA. Mediante la técnica de ICP-OES, identificamos y cuantificamos las concentraciones de cadmio y plomo en los materiales decorativos del vidrio.
Sustituimos los materiales decorativos por opciones que no liberaran metales peligrosos bajo condiciones normales de uso. Además, implementamos controles de calidad rigurosos con pruebas periódicas de migración, asegurando la seguridad a largo plazo y restaurando la confianza del consumidor en los productos.
El caso de las bandejas de aluminio en productos precocidos
Otro ejemplo relevante es el de las bandejas de aluminio usadas para alimentos precocidos. En varios estudios, se ha comprobado que, bajo ciertas condiciones de temperatura, el aluminio puede migrar hacia el alimento en cantidades que superan los límites establecidos por la Unión Europea, afectando especialmente a comidas ácidas. Empresas que no realizan pruebas de migración adecuadas corren el riesgo de comercializar productos que no cumplen con las normativas vigentes.
Para uno de nuestros clientes del sector de alimentos precocidos, detectamos un problema de migración de aluminio en sus bandejas, el cual superaba los límites establecidos por la normativa europea, especialmente en productos con alto contenido de acidez. En SLab Perú, abordamos este desafío mediante ensayos de migración de metales pesados utilizando nuestra tecnología ICP-OES. Simulamos las condiciones de uso real a las que estarían expuestas las bandejas, aplicando temperaturas elevadas y seleccionando simulantes alimentarios ácidos que replicaban las características de sus productos.
Gracias a estos ensayos precisos, identificamos las condiciones en las que se producían los mayores niveles de migración y propusimos ajustes en los materiales de las bandejas para reducir este riesgo. Como resultado, la empresa logró cumplir con las normativas de seguridad alimentaria y continuó comercializando sus productos sin comprometer la salud de sus consumidores. Este proceso no solo evitó posibles sanciones, sino que también reforzó la confianza de sus clientes en la seguridad de sus envases.
Para garantizar que los envases sean seguros y cumplan con los estándares internacionales, existen regulaciones como el Reglamento (CE) N° 1935/2004 de la Unión Europea, que establece límites estrictos en la migración de sustancias desde los envases a los alimentos. Estas normativas buscan proteger al consumidor, y su incumplimiento puede resultar en la retirada de productos del mercado, sanciones económicas, y daños irreparables a la reputación de la marca.
Empresas que exportan a mercados internacionales deben asegurarse de cumplir con normativas locales y globales. En SLab Perú, ayudamos a nuestros clientes a asegurar que sus envases cumplen con todas las regulaciones pertinentes, protegiendo así su negocio y su reputación.
Las pruebas de migración son esenciales para detectar y prevenir la migración de metales pesados. Existen dos tipos principales de pruebas:
Pruebas de migración global: evalúan la cantidad total de sustancias que migran desde el envase hacia el alimento bajo condiciones simuladas.
Pruebas de migración específica: miden la cantidad de sustancias específicas, como plomo, cadmio o aluminio, que migran desde el envase hacia el alimento.
Estas pruebas se realizan utilizando simulantes de alimentos que imitan la composición química de diferentes tipos de alimentos (grasos, ácidos, acuosos), para evaluar cómo reaccionan los envases en escenarios reales.
Con años de experiencia en el campo del Sector Alimentario, SLab Perú cuenta con el conocimiento y la experiencia necesarios para ofrecer resultados precisos y confiables.
Nuestro enfoque en la calidad y la precisión nos permite ofrecer resultados confiables y precisos, que ayudan a las empresas a tomar decisiones informadas y mejorar la calidad de sus productos.
En SLab Perú, nos comprometemos a brindar un servicio personalizado y adaptado a las necesidades de cada cliente, garantizando una experiencia satisfactoria en cada proyecto.
La migración de metales pesados en envases alimentarios es un riesgo que no puede pasarse por alto en la industria alimentaria. Los efectos en la salud pública, sumados a las posibles sanciones regulatorias y el daño a la reputación de las empresas, hacen imprescindible realizar controles rigurosos.
Materiales como el vidrio decorado, el plástico reciclado y los metales como el aluminio son particularmente vulnerables, sobre todo bajo condiciones de alta temperatura o en contacto con alimentos ácidos. Realizar pruebas de migración es esencial para cumplir con las normativas internacionales y proteger a los consumidores.
En SLab Perú, identificamos la presencia de metales pesados y otros contaminantes en envases alimentarios. De esta manera te ayudamos a proteger la seguridad de los consumidores y a fortalecer la reputación de tu marca en un mercado cada vez más exigente.
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